Diego Alan González Guagnelli
Sentidos que se cierran con cerrojos,
el tiempo con la luz color autista.
Escucha las palabras de los cojos,
interpretes del mundo, los solistas.
El cielo se alimenta con despojos,
silencio acorralado en la mentira,
la noche, la habitante de mis ojos.
La vista va escapando de la vista.
El miedo de las sombras va cediendo.
Escapan las siluetas al tener
en cambio aquellos mágicos acentos.
Gozamos del eterno amanecer.
Los ojos los cambiamos por recuerdos:
no vemos porque no queremos ver.
Buen soneto.
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