Madrid Pérez María del Pilar
Arranca las alas que nacen en mis manos,
y las bestias que arrastran mis pies.
Extravía por ahí el remolino de mi cabeza,
Y la descolorida y fría piel.
Te regalo la víbora que vive en mi espalda,
Y la cuna que esconde mi torcida pelvis.
Llévate el insano y fracturado corazón,
Y la tormenta de mi insonora y cruel voz.
Sin embargo, déjame el alma
que aún sigue creyendo en ti.
Wow
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